No me creo que todos los días sean iguales, que todos tengan 24 horas y que cada hora dure sesenta minutos. Porque hay ocasiones que las horas pasan más rápidamente que los segundos y otras en en los que cada segundo tiene dos horas de duración..
Hay veces en que deseas parar el tiempo y otras en las que quieres acelerarlo, pero siempre suele ocurrir lo contrario.
Acabas por acordarte de lo bueno y lo malo, quieras o no. Siempre queda el recuerdo, borroso o nítido está ahí. Y por mucho que haya cosas que sea mejor olvidar no puedes, siempre hay algo que remueve lo pasado y hace que tus memorias aparezcan de nuevo, haciendo o no daño.
Porque el pasado es una herida. Puede curarse pronto o lentamente. Suele dejar cicatriz, esta puede continuar molestándote o puedes ni sentirla, pero siempre está ahí..
Por suerte o por desgracia, nada se llega a olvidar completamente. Nunca.
Todo ocurre por alguna razón, hay ocasiones en las cuales tienes claro el motivo, otras en las que lo intuyes y (la mayoría) en las que no lo sabes, y al principio no le das importancia pero acabas por volverte loca.
Muchas veces la mente te juega malas pasadas, te hace sufrir, pensar y darte cuenta de muchas cosas que sería preferible dejar apartadas.
En fin, la vida no es un sueño, no es una camino de rosas, puedes estar muy bien un día y al siguiente realmente jodida, pero tienes que aprender a sonreír, a equivocarte, a comprender, a aprender y a salir de cualquier situación.. Y es difícil, nunca nadie dijo lo contrario.
Cierto, la vida pasa de diferente forma, no siempre son iguales los minutos.
ResponderEliminarMe gusta esta reflexión.
bonito blog carmen
ResponderEliminarpasate por el mio haber si te gusta :)
un besele