sábado, 12 de febrero de 2011

No me creo que todos los días sean iguales, que todos tengan 24 horas y que cada hora dure sesenta minutos. Porque hay ocasiones que las horas pasan más rápidamente que los segundos y otras en en los que cada segundo tiene dos horas de duración..
Hay veces en que deseas parar el tiempo y otras en las que quieres acelerarlo, pero siempre suele ocurrir lo contrario.
Acabas por acordarte de lo bueno y lo malo, quieras o no. Siempre queda el recuerdo, borroso o nítido está ahí. Y por mucho que haya cosas que sea mejor olvidar no puedes, siempre hay algo que remueve lo pasado y hace que tus memorias aparezcan de nuevo, haciendo o no daño.
Porque el pasado es una herida. Puede curarse pronto o lentamente. Suele dejar cicatriz, esta puede continuar molestándote o puedes ni sentirla, pero siempre está ahí..
Por suerte o por desgracia, nada se llega a olvidar completamente. Nunca.
Todo ocurre por alguna razón, hay ocasiones en las cuales tienes claro el motivo, otras en las que lo intuyes y (la mayoría) en las que no lo sabes, y al principio no le das importancia pero acabas por volverte loca.
Muchas veces la mente te juega malas pasadas, te hace sufrir, pensar y darte cuenta de muchas cosas que sería preferible dejar apartadas.
En fin, la vida no es un sueño, no es una camino de rosas, puedes estar muy bien un día y al siguiente realmente jodida, pero tienes que aprender a sonreír, a equivocarte, a comprender, a aprender y a salir de cualquier situación.. Y es difícil, nunca nadie dijo lo contrario.

2 comentarios:

  1. Cierto, la vida pasa de diferente forma, no siempre son iguales los minutos.
    Me gusta esta reflexión.

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  2. bonito blog carmen
    pasate por el mio haber si te gusta :)
    un besele

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