jueves, 20 de octubre de 2011
Deseas escapar. Corres, pero no encuentras la salida
Cuando te esfuerzas al máximo, pero no es lo suficiente. Cuando consigues algo, pero no algo que necesitas. Cuando te acabas cansando de todo, de estar parada en un sitio fijo y ser incapaz de avanzar, de caminar en círculos, de ir perdiéndolo todo, de ir consumiéndote poco a poco, de sentirte cada vez peor..
Cuando piensas, piensas demasiado, y te das cuenta de que pensar demasiado nunca es bueno. Cuando las lágrimas empiezan a correr cada vez más rápido por tus mejillas, cuando caen en picado quemando tu piel, cuando son imparables, cuando hasta llorar duele. Cuando no puedes sonreír. Cuando no ves el final. Cuando solo quieres desaparecer.
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