Trocitos de una vida.: 2010 Empezaste bien, como cualquier año, lleno de propósitos e ilusiones, retos y sueños. Lo bueno esque has acabado mejor.

Han sido trescientos sesenta y cinco días inolvidables, por unas razones o por otras, tantos días llenos de pequeños detalles, de nuevos descubrimientos.. Amistades forjadas, abrazos eternos, risas incontroladas, lágrimas desbordantes, corazones rotos, sueños cumplidos y personas en el olvido.
He de reconocer que estoy orgullosa de todo, que no me arrepiento de nada. Que todo pasa por algo y primero sufres y luego te das cuenta. Me he dado cuenta de que es cierto que el tiempo pone a cada cual en su lugar y, yo no se si este va ha ser el mío para siempre pero, de momento me gusta.
Dicen que nunca te vas ha la cama sin aprender algo nuevo y este año yo he aprendido sobre muchas cosas. Y he aprendido que nunca hay que decir nunca, pero que nada es para siempre.
Empecé bien, con muchas amigas, aparentemente todo era perfecto, pero siempre hay alguien que desbarata tus planes y vas perdiendo fuerza.. De todos modos siempre hay una luz que te ilumina, y te deja varios caminos para elegir.. Puedes perderlo todo o ganar mucho, puedes caerte o salir airosa pero desde luego aprendes y si volviera ha ocurrir y por un casual cayera, ya sabría como levantarme. En estos momentos nos encontramos por marzo.
Y cómo todo el mundo sabe, después de la tormenta viene la calma, y la calma vino y con ella el verano. Días llenos de alegría, acompañados de sol y canciones de amor. Días en los que podía olvidarme de todo. Hasta ahora, para mi todo ha sido perfecto o, más bien, perfectamente imperfecto, con errores garrafales que te hacen disfrutar como a la que más.
Ha sido un año que recordar, y me da pena despedirlo, pero me llena de gozo saber {y saberlo con certeza} que el dos mil once va ha ser mejor, mucho mejor.. Lleno de sorpresas y alegrías, seguro que habrá deseos, inalcanzables y una de las sorpresas es que yo voy ha cumplir mis sueños.